Albert Casals
Esta semana os traigo a un joven llamado, Albert Casals, con esta historia intento haceros ver que si se quiere se puede, que el mundo esta llena de historias como este chico, personas con discapacidad que superan su día a día y se superan a si mismos.
Es verdad que la vida esta llena de nuevas oportunidades, pero vivimos en un mundo lleno de barreras, y estas barreras son con las que tienen que lidiar las personas con discapacidad día tras día, por lo que aun nos queda mucho que hacer para lograr una completa inclusión social.
Albert Casals, es un joven de espíritu inquieto, al que le apasiona la aventura y que posee una personalidad arrolladora, el lucha para romper con las barreras impuestas por la sociedad, la vida, y el mundo. Nació en mil novecientos noventa, sufrió una leucemia siendo pequeño y que superó con la edad de ocho años. A su corta edad ya ha publicado dos novelas autobiográficas "el mundo sobre ruedas" y "sin fronteras", además su experiencia viajando alrededor del mundo, ha sido protagonista de el documental "mon petit" que recoge parte de su viaje junto a su pareja, durante casi ocho años, desde Barcelona a Nueva Zelanda por tierra y por mar. En total unos treinta mil quilómetros, con poco dinero, una videocámara y la silla de ruedas de nuestro protagonista, superando muchas adversidades a lo largo de su viaje.
Con catorce años realizo su primer viaje en solitario, fueron treinta días por Francia, Italia y Grecia, con tan solo cien euros, hasta quedarse sin dinero, pero, esto solo aumento sus ganas de seguir viajando, pues se dio cuenta de que podía viajar perfectamente en silla de ruedas y que para gastar menos dinero seria posible hacer autoestop y descansar en parques y playas.
Por ello este chico lleva mucho tiempo dedicando su vida a dar la vuelta al mundo en su silla de ruedas.
Le encanta el riesgo y también viajar con lo mínimo, aunque su familia y amigos no se lo aconsejan y le piden ser precavido, a él le gusta improvisar y le gustan los días que se levanta sin saber que aventuras le tocara vivir esta vez.
Lleva exactamente cuatro años recorriendo el mundo y confiesa que durante sus viajes ha vivido con quien quería y podía ofrecerle un techo, ya fueran ladrones, traficantes o familias adineradas y también afirma que nunca le ha pasado nada malo por ello, pues todas las personas tienen algo bueno, y por ello no se les tiene que temer, nuestro joven se adapta a la vida de las personas que le acogen, viviendo el día a día de sus vidas, pues él solo busca ser feliz y viajar la da la felicidad que necesita, además en sus viajes conoce muchas personas y esto le hace tener amigos por todo el mundo, y recuerdos muchos recuerdos en álbumes de fotos.
Albert ha recorrido casi toda Europa, el suroeste asiático, latinoamerica y Japón. Al ser tan pequeño cuando comenzó a viajar sus padres tuvieron que expedir un permiso para que pudiera pasar las aduanas, y aunque suene descabellado que unos padres dejen a un menor, recorrer el mundo en silla de ruedas y con un presupuesto tan limitado, él nos explica que se lo permiten, por que saben que con ello es completamente feliz, además se mantiene en contacto continuo con sus padres. Su padre le acompaño en uno de sus primeros viajes para que aprendiera lecciones básicas a la hora de ir por el mundo en silla de ruedas.
Albert cuenta que nada le echa atrás, si se tiene que subir a un barco sin pagar por la falta de medios, se las ingenia para ello, o también que ha viajado a Colombia y Perú haciendo autoestop, ha superado selvas navegando por los ríos, pero, para él lo más importante de su viaje como he dicho antes es conocer personas y convivir con ellas.
Viajar en silla de ruedas tiene sus ventajas e inconvenientes, aunque tiene una discapacidad leve, que le permite subir y bajar escalera con la silla o trepar incluso, pues no tiene muchas dificultades para moverse, Albert dice que las ventajas que le puede dar la silla, es que puede llevar mas peso y que la gente le trata con mucha amabilidad, algo que desde mi punto de vista, no es correcto, pues las personas se deben de tratar de igual a igual, y olvidarnos de sentir pena, solo así lograremos la plena inclusión.
Albert bromea acerca de su físico, comenta que al no tener barba y tener una voz aguda, pues mucha gente cree que es una chica y esto le gusta, por que le permite elegir que quiere ser dependiendo donde se encuentre, comenta que en nuestra sociedad la gente es mas amable si eres chica pero que en Oriente Medio, elige ser chico por que le es mas práctico.
Anima a todo el mundo a buscar la felicidad, y respeta el modo de vida de todo el mundo, tanto al que ha elegido ganar dinero y vive feliz con el dinero ganado, como al que ha elegido otras opciones o modos de vida. La sociedad da unas pautas que no se pueden obviar, como el necesitar dinero y trabajo para vivir, o amar a una sola persona en vez de varias, tener hijos... en definitiva nos tienen mecanizados, y no nos damos cuenta, de que no nos permiten en muchas ocasiones elegir otra cosa. Por ello para él lo más importante es experimentar toda la felicidad que pueda en la vida, antes de morir, pero siempre a su modo y no con lo que la sociedad le impone, lo que de verdad importa es ser quien elijas ser.
“Nunca me planteé que mi discapacidad me impidiera moverme por algún sitio, porque sencillamente no puede” ALBERT CASALS
marzo 25, 2019
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